Flor nueva de romances viejos
¡Nada menos que 14 entradas ha empleado Jauralde para responder -aunque de manera sesgada- a mi petición reclamatoria. ¡Con lo fácil que le habría sido reconocer que nunca le pedí silenciar documento alguno; que no me permitió (aunque esto si se lo pedí reiteradamente) conocer la carta de don Diego a su sobrino Francisco hasta que él, utilizando la referencia que yo publiqué y dada su accesibilidad a los fondos de la BN, la vio y comentó; reconocer que no era el Monasterio de La Latina sino el de los Ángeles donde Santa Teresa "paraba" cuando estaba en Madrid y pequeñas cosas más como ese otro olvido; que Maldonado tenía publicado el contenido de los baúles que Quevedo había dejado en Madrid -que cuando yo llevaba ya meses trabajando en ello, casualmente encontré- y que, según parece, ahora se va a volver a transcribir (está muy bien en el artículo de Maldonado) definitivamente bien hecho, según declara don Pablo, con lo que parece que tanto el artículo antiguo como en el que yo estaba trabajandopor indicación suya, no lo estaba. En fin, pequeñas cosas que le habrían ahorrado el esfuerzo de esas 14 entradas.
Pues bien, "Flor nueva de romances viejos". Si Jauralde ha querido destacar todo lo que me ha quedado por conocer, leer y estudiar sobre don Diego, podía haberlo evitado porque de todo de lo que da noticia había ya conocimiento, aunque los documentos que maneja sean nuevos: la amistad de Hurtado con Zurita, los datos de su encargo de buscarle casa -que ya dio a saber Pérez Pastor y yo recogí- los enredos cortesanos, las noticias de Páez de Castro, del Arzobispo Valdés, del retrato de la Emperatriz Isabel del Tiziano (sobre esto ver el Inventario de bienes de Hurtado que yo publiqué), de ese comienzo de supuesta carta de la Santa de Ávila, que a mí me "huele" a apócrifa, de tantas cosas absolutamente accesorias que no añaden nada a lo fundamental del caso: la autoría del Lazarillo. Tendré que recordarle las palabras del noble granadino a Felipe II cuando andaba buscando libros para San Lorenzo: que "el camino de buscallos (él se refiere a los libros) me parece que va errado porque no saben adonde los han de hallar y los buscan a tiento...".Transfieran el consejo a la búsqueda del padre literario de Lázaro.
No insistiré más. El trabajo del catedrático Jauralde es excelente pero ajeno a cuanto yo le hablaba.
Me gusta que recuerde aquellos versos de Juan Ramón que le envié:
"Ella me preguntaba de cosas ignoradas
y lo le respondía de cosas imposibles".
¡Que 14 sílabas tan bien medidas y melodiosas!
Sólo una cosita más y me voy a cocer alcachofas, que ahora es su tiempo:
¿De dónde le ha venido ese entusiasmo a Jauralde por las "investigaciones históricas" de la filóloga catalana? ¿Ha leido ese nuevo?? libro que le han editado en Valladolid en el que pone como chupa de dómine y tacha de ignorante al prócer granadino, amigo de Vasari, del Tiziano, coleccionista de selectísimos libros, militar intachable, admirado por cualquiera que conozca su vida y su obra? Léalo y siga admirado que eso sí que son hallazgos.
Por cierto, que como me fui rápidamente para que no se aguachinasen las alcachofas, olvidé incluir el título del llamado nuevo libro de la filóloga. Es éste: "Tres personajes satíricos en busca de su autor..." y trata, de Valdés ¡cómo no!, de Hurtado de Mendoza y de Jerónimo de Urrea. Con un poco de suerte, los tres van a ser pucelanos.
Una pregunta: ¿Se sabe algo de los rumores sobre un cambio (que traerá, con seguridad otros muchos) de Direccción de la Biblioteca Nacional. Aquí me llegan pocas noticias. Por favor, infórmenme.
Otra observación: He leido algunas opiniones (¿o declaraciones de principios?) sobre los actuales cambios políticos en España que huelen a rancios, decimonónicos e incluso a "Marchons, marchons" con lata de gasolina incluida. ¡Qué país!
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